24 octubre 2007

Antes muerta que sencilla

Christina Aguilera tiene -o tuvo antes de quedarse embarazada- fama de diva caprichosa.

Sin embargo la revista Star Magazine publicó hace un par de semanas que desde el feliz acontecimiento la cantante había relajado su actitud, mostrándose más amable con los periodistas y comprando generosos regalos para sus empleados y amigos.

Pero al parecer la diva ha vuelto. En U.S.A. es tradición que cuando nace un bebé las amigas de la mamá organicen una fiesta llamada "Baby Shower", donde obsequian tanto a la madre como al recién nacido con regalos y cosas varias. Esto sería la tradición, otra cosa es lo que hacen los ricos...

Según dicha revista una amiga de la cantante ha comentado que Christina sólo acepta regalos de las boutiques más exclusivas de BeberlyHills, como Bellini, Petit Tresor o el Bambini -sólo por los nombres ya os podéis imaginar cuánto deben costar los regalos- llegando incluso a tirar a la basura algunos obsequios que la familia de su marido había comprado para el bebé porque no los consideraba "suficientemente buenos".

También se ha dicho que quiere montar un Baby Shower por todo lo alto en el Beberly Hills Hotel, y que incluso se plantea contratar a Mindi Weiss, una organizadora de fiestas de famosos, para que lo prepare todo en vez de hacerlo en casa de una amiga como mandan los cánones.

En fin, yo no sé si será cierto, pero si lo es desde luego tiene delito.

by Medusa (a mis hijos podrás comprarles cosas baratas, Bellatrix)

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